martes, 12 de junio de 2012

El valor de una firma

El culebrón del verano en Pio XII se llama Vitolo, o por lo menos va camino de ello. En situaciones normales el debate estaría zanjado en diez minutos o simplemente el debate no existiría. Vitolo, jugador de UD Las Palmas, renovó el verano pasado hasta 2015. Se casó con el club cuando sólo UD Las Palmas confiaba en él. El canterano jugó tan sólo 10 partidos de liga la pasada temporada - de una forma fantástica - y fue entonces cuando su rodilla dijo basta. Tras una recuperación un tanto extraña, Vitolo tuvo que volver a pasar por el quirófano. La ilusión se iba desvaneciendo por momentos.
Vitolo se besa el escudo. Foto: Carlos Díaz-Recio
No había vuelto todavía a los terrenos de juego y el club le puso sobre la mesa una renovación hasta 2015, valorando su cláusula de rescisión en 12 millones de euros. En esos momentos Vitolo era el jugador más feliz del mundo. Dijo a los cuatro vientos sentirse muy contento en el equipo, declarando su amor a unos colores, besándose el escudo...
Tras la marcha de Jonathan Viera al Valencia -que no renovó como su amigo- por 2 millones de euros y 500.000 en variables, Vitolo quiso emular la actuación del `21`. La diferencia entre ambos canteranos es que Viera espero pacientemente, sin renovar, a que un club de Primera pusiera una cantidad de dinero que el club entendió como importante. No es el mismo caso, aunque Vitolo quiera ver las semejanzas.
Mal asesorado por su representante, como dijo Socorro esta misma semana, quiere seguir creciendo lejos de Gran Canaria. Entiendo que quiera jugar en Primera, pero las formas no están siendo las adecuadas. El presidente, Miguel Ángel Ramírez, lo ha dejado claro. El mediapunta no se mueve por menos de 3 millones de euros (hay que recordar otra vez que tiene una cláusula de rescisión, que él mismo firmó, por 12 millones de euros).
Un futbolista no sólo debe saber jugar al fútbol. Tiene la obligación de buscar un buen asesor, que no simplemente se dedique a traerlo y llevarlo por equipos, sino también que le diga que es lo mejor para él.
La última de Vitolo ha sido no firmar la ficha para jugar la temporada que viene de amarillo. Ya no es una simple acción de presión, se ha declarado en rebeldía y ha lanzado un pulso a la institución. Si Vitolo y UD Las Palmas finalizan su "guerra" en divorcio saldrá muy desfavorecido el propio jugador. Un año en blanco sería fatal para el `7`, ya que su progresión se vería muy resentida.
Vitolo, al contrario que Viera, quizás no se ha dado cuenta de que ya no es juvenil. La vida profesional tiene estas cosas. Los contratos son más que papeles con letras. Hay que leerlos y saber que una firma vale más que un tatuaje.

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